28 oct 2012

Creación y sostenibilidad: maullidos de burros verdes

Bueno, pues ya se cerró el V Encuentro de Verdes Escritores y Creadores. Quienes no hayan asistido aún tienen la oportunidad de acercarse en parte a lo que allí ha sucedido si se acercan a la antología de este año, Verde [5] "Maullidos de Burros Verdes", que se puede adquirir por 3 euros en proyectoelburroverde.blogspot.com (más de 40 autores en 114 páginas: el kilo de literatura sale la mar de barato).

A mí tuvieron a bien el encargarme la redacción del prólogo de esta antología, por si sirve para abrir boca, aquí os lo dejo...

Creación y sostenibilidad: maullidos de burros verdes

 
Es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, el que se concentre en núcleos los procesos de creación. Es el modo de confrontarse, de anudarse y definirse el proceso creativo que en la mayor parte de los casos se concibe desde la individualidad poética. Desde la tradición literaria se recupera la manifestación conjunta de la heterogeneidad, desde las antologías grecolatinas, o del medievo por hacer referencias hispánicas, pasando por las tertulias decimonónicas o el formato revista que impulsaron el Modernismo y las Vanguardias. La creación se mantiene por sí misma, pero en este caso, por el empeño de muchos alrededor de una idea. Nos montamos en el burro verde.

 
Nos topamos con un momento especialmente llamativo en lo que a confección literaria se refiere. La atomización, el número de creadores en nuestro país se ha multiplicado exponencialmente de medio siglo para acá, debido sin duda a la formación y acceso universal a una formación cultural; las opciones se incrementan. Y se nos hace imposible acceder a todas estas manifestaciones, y por tanto el camino inverso, el que esos autores den a conocer sus obras, también se hace tremendamente abrupto.

 
Pero en ese preciso instante, cuando parece que la propia materia poética se va a autofagocitar, el ecosistema de la creación genera, aún no se ha demostrado si por esporas o a partir del bosón de Higgs, mecanismos efectivos de supervivencia. Alejados del control macroeconómico, de grandes vías de interés – entiéndase interés de control de los mercados, porque nuestras ideas son mercado-, se han ido reproduciendo colectivos literarios, revistas, editoriales, encuentros, festivales, ..., eventos de todos los colores y formas que han sabido sobrevivir sin oxígeno, o con pocas cantidades de éste. No esperemos comentarios de este fenómeno en las páginas económicas de ningún diario, porque no son noticia, ninguna quiebra y echa a la calle a un número ingente de trabajadores, no se habla de EREs, ni de reducción de jornada (siempre es a tiempo completo, dedicación de 24 horas los 365 días del año, eso sí, también se trabaja en la barra de los bares).

 
Eso es sostenibilidad. Con los recursos que se poseen, con la materia literaria que se encuentra al alcance de estos promotores, con los espacios físicos o digitales que se pueden abarcar, se hace un producto que de seguro va a tener un público que, en ocasiones sin saberlo, lo estaba solicitando. Sería de necios no reconocer que la literatura de calle no está en la primera plana, pero sí en sus inmediaciones, y de ahí hace sus internadas, sus escaramuzas, desde la originalidad, la ocurrencia, aprovechando los espacios que dejan las iniciativas de neón que acaban por apagarse.

Sólo así se explica que estemos ante esta quinta antología, fruto del mismo número de encuentros, donde la poesía, a través de creadores y generadores de espacios para su supervivencia, se da cita junto a seguidores incondicionales y ocasionales, en la sede de instituciones, en centros educativos, en espacios de diversión nocturna (larga vida a Baco y los combinados), una librería, o finalmente en estas páginas atemporales.

 
Y si me preguntan por el subtítulo de esta cita… Pues sí, yo los he oído. Puede parecer extraño, puede parecer raro, pero es lo que sucede en encuentros como este. Maullidos de burros verdes. Bienvenido lector a este rincón, una aldea irreductible.



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