Perdona si interrumpo algo,
si he movido la almohada
mientras leías
como haces cada noche
justo antes de dormirte
reposando esa paz y ese amor
que amanece y no pide más cuentas
que un café y tostadas.
Perdona si interrumpo algo,
cuando te miro
y tú andas en tus cosas,
aquí, dejando lejos tu ciudad,
familia y amigos,
cuando mi mano roza con levedad tu cuerpo
celebrándote.
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