9 nov 2016

Anuario Verde 2016. Apuntes transversales




El jueves 27 de octubre, en el Aula de Grados de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Huelva, tuvo lugar Anuario Verde 2016. Estado de la Cuestión Poética, una cita en la que la poesía fue analizada desde cuatro perspectivas: la edición, la creación, la crítica y la gestión cultural.


Los representantes de cada una de esas perspectivas fueron figuras destacadas del panorama literario:



  • Manuel Borrás: fundador y editor literario Pre-Textos, casa editorial fundamental en la construcción de la cultura en habla hispana (Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial, 2007; Reconocimento al Mérito Editorial, Feria del Libro de Guadalajara, 2008; entre otros galardones). 
  • Julieta Valero: una de las voces más interesantes del panorama nacional con títulos como Altar de los días parados (Madrid, Bartleby, 2003), Los heridos graves (Barcelona, DVD, 2005, IV Premio De Poesía Radio Joven de RNE-R3), Autoría (Barcelona, DVD, 2010, XXII Premio de Poesía Cáceres Patrimonio de la Humanidad) o Que concierne (Madrid, Vaso Roto, 2015), actualmente coordinadora de la Fundación Centro de Poesía José Hierro. 
  • Juan José Téllez: periodista, escritor y biógrafo, responsable actualmente de la dirección de contenidos y programación del Centro Andaluz de las Letras; entre su obra literaria pueden destacarse los volúmenes de poesía Las grandes superficies (Madrid, Visor, 2010, Premio XXIV Premio Unicaja de Poesía), la colección de poesía reunida Ciudades y sextantes (poesía reunida 1979-1999) (Sevilla, RD, 2006) o los ensayos María Zambrano y la República niña (Málaga, C&T, 2011) y Paco de Lucía, el hijo de la Portuguesa (Barcelona, Planeta, 2015). 
  • Vicente Luis Mora: escritor y crítico (además de su pasado como gestor cultural en los Institutos Cervantes de Alburquerque y Marrakech); entre su producción literaria, destacan los poemarios Mester de cibervía (ValenciaPre-Textos, 2000, Premio Arcipreste de Hita de Poesía), Construcción (Pre-Textos, 2005) y Serie (Pre-Textos, 2015), la novela Alba Cromm (Barcelona, Seix Barra, 2010) y los ensayos El lectoespectador. Deslizamientos textovisuales entre literatura e imagen (Barcelona, Seix Barral, 2012) y El sujeto boscoso. Tipologías subjetivas de la poesía española contemporánea entre el espejo y la notedrad (1980-2015) (I Premio Internacional de Investigación Literaria Ángel González) (Iberoamericana Vervuerte, en prensa), y su labor como antólogo en La cuarta persona del plural. Antología de poesía española contemporánea (1978-2015) (Madrid, Vaso Roto, 2016). 


La mañana estuvo repleta de experiencias, ideas y razonamientos en torno a la poesía, con especial atención a su papel coetáneo. Cada conferenciante expresó durante 30 minutos su porción del prisma (con las gratas y respectivas presentaciones de los profesores Luis Gómez Canseco, Rosa García Gutiérrez, Sergio Fernández López, y Margarita García Candeira), concluyendo la jornada con una mesa redonda integrada por todos los participantes -con la excepción de Juan José Téllez, que tuvo que atender otros compromisos propios de la gestión-, donde el público participó y se contrastaron temas como los premios literarios o el papel de lo femenino en la poesía.
Mesa redonda: Manuel Borrás, Julieta Valero y Vicente Luis Mora

La propuesta de estas conferencias tiene el elixir de lo presencial, de lo único, y la experiencia es difícilmente transmitible; en cualquier caso, en un ejercicio de divulgación y difusión, a continuación voy a situar los resúmenes que los conferenciantes facilitaron y unas breves notas a vuelapluma que recogí de cada uno.



Edición literaria: pasaporte para la vida

Manuel Borrás


Su disertación versará en torno a la pasión por la literatura y la letra impresa, evidentemente también sobre la construcción de un catálogo en cuyo su diseño colaborará antes la aplicación de un criterio de excelencia literario que razones comerciales. Es imprescindible para la labor editorial comenzar estableciendo la distinción entre edición industrial y literaria. El catálogo debe ser el mejor libro que pueda editar, incluso escribir un editor vocacional. La edición del género poético comporta, además, una gran complejidad si se realiza desde criterios independientes y plurales, más allá de capillas y tribus estéticas.



# Ser editor literario no es lo mismo que ser editor independiente; existen muchas dependencias.

# El editor ha de trabajar mucho la pedagogía.
# Su misión la entiende como la de crear estados de perplejidad.
# El editor también es un crítico. Fija jerarquías: no todo tiene el mismo valor.
# Es necesario aplicar criterios de excelencia.
# El premio Nobel de Literatura a Dylan no viene sino a indicar algo: la sustitución de la cultura por el espectáculo.
# Déficit de educación y de cultura en nuestra sociedad.



El Decir: esa dúctil tara

Julieta Valero


Convencida de la complejidad y a la vez de la oportunidad de riqueza (vital) que ofrece la condición de poeta, Julieta Valero tratará de enunciar algunas de las paradojas que la constituyen: la de unos sujetos que se ven impelidos a generar unas estructuras lingüísticas que escapan a la función habitual del lenguaje pero que a la vez lo capacitan para expresarnos en toda la magnitud de nuestra condición humana; la de una práctica o profesión interna que tiene muy poca visibilidad social pero sin embargo sobrevive a los grandes cambios culturales y, de alguna manera, los consigna y los habita. Qué significa ser poeta en 2016. Cómo se articula la relación con un mundo cada vez más ajeno a la contemplación productiva. Quiénes nos acompañan y a la vez precisan en ese viaje. Dónde está el lector que somos y el que necesitamos para conjugar la propia escritura.



# Comprende la escritura como una tara. Aparecen junto al término tara otros como: pulsión, lateralidad, necesidad,...

# Consciente de ser una actividad minoritaria.
# Resistencia existencial. Atiende a lo que sacude la conciencia.
# Trabajo. Conciencia de lenguaje. La lectura. Aquietamiento, pararse, detenerse.
# Para agrietar la realidad y ver más allá hay que pararse.
# La poesía como “don” (regalo, encuentro).
# En el mundo digital existe el riesgo de ver pero con una mirada ciega.



Poesía fuera de canon

Juan José Téllez

En la actualidad, no existe un canon similar al que ha reinado en otros momentos de la historia de la poesía española. El eclecticismo, la convivencia de corrientes y la falta de una corriente que fije una supremacía estética puede obedecer a causas bien diversas, desde la ausencia de una bandera lírica con suficiente fuerza a la que sumarse o la diversificación en la divulgación literaria que han propiciado las nuevas tecnologías.

# Señala la necesidad de entender la relación entre cultura y entretenimiento, explorar sus fronteras.
# La poesía como consumo.
# Estamos en un tiempo sin canon.


El antólogo como crítico de antólogos
Vicente Luis Mora


El crítico literario es un antólogo de lecturas de otros críticos, y de lecturas sobre el concepto de crítica literaria; su trabajo es espigar qué textos de la teoría literaria pueden servirle mejor a la hora de formar su criterio de trabajo. Por su parte, el antólogo es un crítico de antologías, es una persona que tras leer decenas o centenares de florilegios decide dar él mismo el salto al quehacer antologador, basando su trabajo de selección en los aciertos y errores detectados en los demás antólogos. Por ese motivo, la actividad de crítico y la de antólogo están estrechamente relacionadas.



# Si algo define al crítico ha de ser el estudio continuo.

# Hacer todo lo contrario de lo que el mercado hace. 
# Nuestra sociedad tiene una lacra en la confusión entre lo personal y lo cultural. 
# El crítico no puede pensar en las consecuencias. 
# Su criterio crítico es la excelencia. 
# Los medios ocultan unos nombres y dan/dicen otros. 
# Releer y estudiar. 
# Ser consecuente: nada de consenso, de conciliación. Debates y confrontación pacífica.
# La lectura de un importante número de volúmenes es la base de experiencia previa al ejercicio de la crítica.



Hasta aquí este pequeño boceto de lo que fueron las cuatro ponencias, que esperemos tengan continuidad en próximas ediciones y otros formatos: ¿Anuario Verde 2017?




[Agradecer a José Manuel Alfaro el que abriera esta vía académica paralela al Encuentro de Verdes Escritores y Creadores, y al profesor, y compañero, Raúl Díaz Rosales como co-partícipe y gran culpable de que Anuario Verde 2016 haya sido una realidad tan positiva].


14 sept 2016

Gira

Si algo bueno tiene la literatura es que no caduca. Si algo bueno tienen los premios literarios es que pueden ser una buena catapulta para libros y autores. Este es el caso de Gira, obra de Álvaro Tato que fue merecedora del Premio Internacional de Poesía "Miguel Hernández-Comunidad Valenciana" en el 2011, y publicado por Hiperión.

El libro es un trazado de una cincuentena de poemas en su mayoría breves, que tienden a la condensación, a la sutileza, y a dejar florecer en la mente del lector la mayoría del contenido de los textos. Poemas breves y versos breves, siguiendo una estética de la levedad, por la que el lector se pasea, y poco a poco se va calando de versos, de pensamientos, de imágenes e ideas. 

Y sí, en muchas ocasiones merodea el concepto haiku, como en el poema "Vistas": "El horizonte/ por el cristal del tren/ pasa una gota.// Pasamos, gota/ por el tren de cristal/ del horizonte".

En cualquier caso, un gusto bien avenido del que dejo algunas pinceladas:


26 ago 2016

Peluquería canina


Hace ya años un autor destacado del ámbito poético me comentaba que en ocasiones los poetas cuando son jóvenes y publican su primer libro tienden a intentar demostrar en ese puñado de páginas que se les otorga todo lo que saben y son capaces de hacer. Cuando uno se termina Peluquería canina de Enrique García Bolaños esa es la sensación. Digo cuando uno se lo termina, y lo lee con la perspectiva contemporánea, en el que suele buscarse un libro de poemas homogéneo y compactado. Pero mientras se está en su lectura, mientras se pasan las páginas de esta obra uno pasa un rato la mar de entretenido, disfrutando de muchísimos aciertos y comprobando que algo interesante se atisba en el futuro de este autor recién bautizado en el engranaje editorial (bautizo doble, porque con él también se abre al mundo el sello Versátiles Editorial, a quien también habrá que seguir la pista).

Una treintena de textos en los que García Bolaños demuestra que no le tiene miedo a nada, que el siglo XXI está ahí para algo, que el grito y el susurro son compatibles, así como el verso y la prosa (al fin y al cabo el whisky es whisky sea cual sea el soporte, y hay días para vasos y días para petacas), y que los referentes socioculturales están para ser manoseados.
Así que pasen y lean a este químico de la lírica, por lo que demuestra y por lo que le queda.


3 jun 2016

Historia de Adonáis, Carmelo Guillén Acosta

Reconozco que me hice con este volumen en cuanto me enteré de su existencia. La colección de poesía Adonáis pasa por ser una de las más longevas de nuestro país, que siempre me han gustado por lo grandioso de su sencillez estética y la nómina que recopila. Y este recorrido por su historia pasa por ser un relato entretenido, fácil de leer, pero que quizás pasa rápido por muchos momentos, aunque hay otros en los que Guillén Acosta se detiene para sacarle el mayor jugo.
La historia que se plantea va muy ligada a la historia del Premio Adonáis, pues queda claro que es el hilo conductor de la colección, a la repercusión de cierta nómina de autores, y especialmente vinculada a los tres editores responsables de la colección de poesía, y a sus tres etapas correspondientes: José Luis Cano (1943-1963), Luis Jiménez Martos (1963-2003), y Carmelo Guillén Acosta (2003-actualidad).

Pasamos desde los inicios, la fundación de la colección -vinculada a la Editorial Hispánica- y del premio, de anécdotas como los tres ganadores de la primera edición del certamen por desacuerdo en el propio jurado -siendo laureados al alimón Vicente Gaos, José Suárez Carreño y Alfonso Moreno-, o el paso en 1946 a Ediciones Rialp. Quedando reflejadas algunos hechos "extraños", como el no galardón a Blas de Otero con la obra Ángel fieramente humano, o el «affaire Juana García Noreña» (p. 36), cuando se premia en 1950 a una poeta desconocida y de la que poco más se sabría después en medio de suposiciones de ser una suplantación del autor, y miembro del jurado, José García Nieto.
En la primera etapa se centra en esos pasas fundacionales y en la impronta de la nómina que integra Adonáis en esas primeras décadas, con nombres como Claudio Rodríguez, Victoriano Crémer, Vicente Núñez, Ricardo Molina, Pablo García Baena, José Hierro, Francisco Brines, Caballero Bonald, Ángel González, José Agustín Goytisolo,... En lo que viene a ser un refrendo de la impronta de esta colección en un entorno de postguerra, y señalando una peostura de independencia frente al perfil político del momento. Y es innegable que la nómina apabulla, y que para muchos autores supuso la apertura del mundo editorial y literario.

El segundo de los bloques del volumen parece desprender un reconocimiento del trabajo de Jiménez Martos, pero dando a entender que la línea ya estaba trazada y que los siguientes números de la colección Adonáis vinieron "rodados", con afirmaciones como ésta: «a Jiménez Martos se le ha achacado que no supo mantener el tono visionario de su antecesor». Y es posible que el resplandor de otro tiempo de la colección se viera algo tapado por la irrupción entre 1968 y 1976 de otros tres sellos editoriales que suponen compartir la tarta poética del momento: Visor, Hiperión y Pre-Textos. Aún así la nómina de autores sigue siendo irreprochable, dando cobijo a autores de los 60 y 70 -aupando a los novísimos- de la talla de Joaquín Benito de Lucas, Antonio Colinas, Miguel d´Ors, Eloy Sánchez Rosillo, Clara Janés. La década de los 80 empieza galardonando a Blanca Andreu y a su poemario De una niña de provincias que vino a vivir en un Chagall y acoge la irrupción de la poesía de la experiencia con el premio a un jovencísimo Luis García Montero por su Jardín extranjero. Sucesivamente se suman nuevos nombres, algunos ya fundamentales en nuestro panorama literario como Amalia Iglesias, Ana Merino, Eduardo Moga o José Luis Rey, y nuevos pretendientes como Joaquín Pérez Azaústre, José Antonio Gómez-Coronado o Adrián González da Costa.

Del tercer bloque presenta la complicación de que el autor es juez y parte, y la distancia que guarda en los dos bloques anteriores da paso a un comentario en primera persona de los hechos, con anécdotas e impresiones personales. A este lector lo que más le ha llamado la atención son los juicios de valor que realiza en esta parte del libro, comenzando por cierto desmerecimiento de su predecesor en la colección Adonáis, señalando que «en los tiempos de Jiménez Martos creo que, aunque lo hizo muy bien con vientos contrarios en muchos momentos, se excedió editando poemarios de compromisos que no estaban al nivel que, me parece, exige la colección» (p. 70), crítica que no es aislada, pues ya anteriormente había deslizado la siguiente afirmación: «los últimos diez años de la vida de Jiménez Martos al frente de la colección no van a llamar prácticamente la atención» (p. 64). Igualmente me parece sorprendente la alabanza a los autores del sevillano grupo Númenor y por el núcleo albaceteño, no por lo que lo desmerezcan, sino por la apuesta tan firme que realiza por estos escritores dejando de lado a tantos otros.
Obviamente, debido a la cercanía y la falta de recorrido de muchos de los autores vinculados al premio en el siglo XXI, Guillén Acosta reduce la nómina de autores de este período, a la espera de que el tiempo ponga cada uno en su sitio, aunque sí hay nombres que resuenan como Javier Vela, Vanessa Pérez-Sauquillo o Rubén Martín -por contar todos ellos con varios reconocimientos que respaldan su trayectoria-.
A este respecto, quizás se eche en falta una reflexión más profunda, por el entorno en el que se mueve, sobre los últimos derroteros de la poesía española, así como sumar nombres de otros autores de la colección, incluso premiados, que hoy en día sí que parece que merecen ser mencionados, como Ana Isabel Conejo, Raquel Lanseros, Diego Vaya, Verónica Aranda o Martha Asunción Alonso, por citar algunos.

El libro, tras el repaso por la historia de la colección Adonáis, se cierra con tres apéndices (Bibliografía conmemorativa sobre la colección Adonáis; Bibliografía selecta complementaria sobre Adonáis; y Otras referencias bibliográficas), que vienen a complementar y apoyar ciertos de los aspectos expuestos en el recorrido que traza la obra.

Referencia del título: Guillén Acosta, C. (2016). Historia de Adonáis. La colección de poesía. Madrid: Ediciones Rialp.